Decir Carmen Montejo es decir teatro; por ello, es un honor que la primerísima actriz de la escena mexicana regrese al elenco de la obra más exitosa en la historia del teatro en nuestro país: Los monólogos de la vagina, que le ofrecerá 10 martes de homenaje, en los que la señora Montejo compartirá el escenario con todas las actrices que actualmente integran el elenco de esta obra.
Para arrancar este homenaje, doña Carmen actuará este martes 22 de septiembre con la primera actriz Diana Bracho y con la soprano y actriz Irasema Terrazas.
Actriz de cine, teatro, televisión y radio, en sus inicios dentro del medio del espectáculo en su natal Cuba se le conocía como La Muñeca Sánchez.
La niña de rizos dorados demostró desde sus primeros años sus cualidades histriónicas, cuando comenzó a bailar y cantar en estaciones radiales de la isla, donde obtuvo su primer sueldo de dos dólares en el programa Abuelita Cata, que se transmitía por la CMOX de Cuba.
Dentro del teatro, María Teresa fue denominada como “Muñeca” Sánchez, alcanzando una gran popularidad, que la llevó a ser reconocida como la Shirley Temple cubana.
En 1939 inició sus estudios de arte dramático en la Universidad de La Habana, bajo la dirección de Ludwing Shayovich, maestro en la técnica alemana de Reinhardt, disciplina rígida que ayudó a la actriz a forjar su carácter y desarrollar al máximo su calidad interpretativa.
Al concluir sus estudios de secundaria, sus padres le ofrecieron unas vacaciones por Estados Unidos; María Teresa rechazó la oferta y pidió, en cambio, un viaje a México, donde inicialmente permanecería sólo dos meses.
Desde su llegada a la capital mexicana, la joven actriz buscó incursionar en la radio argumentando “ser famosa y reconocida estrella cubana”. Su carácter emprendedor le permitió colocarse rápidamente en la radio, integrándose de inmediato al elenco de la radionovela El diario de Susana Galván, que le abrió las puertas al círculo casi privado de los actores más solicitados y reconocidos del momento.
La actriz incursionó en el cine en 1943 con la película Resurrección, bajo la dirección de Gilberto Martínez Solares, para luego ser solicitada por el realizador Chano Ureta quien reconoció desde un principio el talento y belleza de la actriz, decidió cambiar el sobrenombre de Muñeca Sánchez por el de Carmen Montejo, nombre que surgió curiosamente, cuando la jovencita le comentó al cineasta que ella vivía “frente al hotel Montejo”.
Con 76 películas en su historial, ha trabajado con los más importantes cineastas de nuestro país, como Roberto Gavaldón, Ismael Rodríguez, Gilberto Martínez Solares, Alberto Gout, Emilio Fernández, Luis Alcoriza, Fernando Méndez, Jorge Fons, Sergio Olhovich y Luis Alcoriza, entre otros muchos.
Su éxito en el cine no la alejó del teatro, donde ha trabajado en decenas de puestas en escena entre las que el público y la prensa recuerdan La casa de Bernarda de Alba, ¿Quién teme a Virginia Woolf?; Felicidad; Los Efectos de los Rayos Gamma sobre las Caléndulas, Las Troyanas, Los Zorros, Tres mujeres altas, Yo madre, yo Hija, y Buenas noches mamá.
En 1993, de la mano del productor Morris Gilbert aceptó participar en una divertidísima comedia al lado de su amiga Marga López. La obra se convertiría en uno de los éxitos taquilleros más sonados de su carrera: Adorables enemigas, con la que hizo más de 800 representaciones.
Con más de 70 años de carrera artística, donde asegura no retirarse de este medio que le a dado tantos triunfos.
Sus éxitos en la televisión se cuentan también por docenas. En ese medio, su más reciente trabajo fue Amor sin maquillaje.
Para arrancar este homenaje, doña Carmen actuará este martes 22 de septiembre con la primera actriz Diana Bracho y con la soprano y actriz Irasema Terrazas.
Actriz de cine, teatro, televisión y radio, en sus inicios dentro del medio del espectáculo en su natal Cuba se le conocía como La Muñeca Sánchez.
La niña de rizos dorados demostró desde sus primeros años sus cualidades histriónicas, cuando comenzó a bailar y cantar en estaciones radiales de la isla, donde obtuvo su primer sueldo de dos dólares en el programa Abuelita Cata, que se transmitía por la CMOX de Cuba.
Dentro del teatro, María Teresa fue denominada como “Muñeca” Sánchez, alcanzando una gran popularidad, que la llevó a ser reconocida como la Shirley Temple cubana.
En 1939 inició sus estudios de arte dramático en la Universidad de La Habana, bajo la dirección de Ludwing Shayovich, maestro en la técnica alemana de Reinhardt, disciplina rígida que ayudó a la actriz a forjar su carácter y desarrollar al máximo su calidad interpretativa.
Al concluir sus estudios de secundaria, sus padres le ofrecieron unas vacaciones por Estados Unidos; María Teresa rechazó la oferta y pidió, en cambio, un viaje a México, donde inicialmente permanecería sólo dos meses.
Desde su llegada a la capital mexicana, la joven actriz buscó incursionar en la radio argumentando “ser famosa y reconocida estrella cubana”. Su carácter emprendedor le permitió colocarse rápidamente en la radio, integrándose de inmediato al elenco de la radionovela El diario de Susana Galván, que le abrió las puertas al círculo casi privado de los actores más solicitados y reconocidos del momento.
La actriz incursionó en el cine en 1943 con la película Resurrección, bajo la dirección de Gilberto Martínez Solares, para luego ser solicitada por el realizador Chano Ureta quien reconoció desde un principio el talento y belleza de la actriz, decidió cambiar el sobrenombre de Muñeca Sánchez por el de Carmen Montejo, nombre que surgió curiosamente, cuando la jovencita le comentó al cineasta que ella vivía “frente al hotel Montejo”.
Con 76 películas en su historial, ha trabajado con los más importantes cineastas de nuestro país, como Roberto Gavaldón, Ismael Rodríguez, Gilberto Martínez Solares, Alberto Gout, Emilio Fernández, Luis Alcoriza, Fernando Méndez, Jorge Fons, Sergio Olhovich y Luis Alcoriza, entre otros muchos.
Su éxito en el cine no la alejó del teatro, donde ha trabajado en decenas de puestas en escena entre las que el público y la prensa recuerdan La casa de Bernarda de Alba, ¿Quién teme a Virginia Woolf?; Felicidad; Los Efectos de los Rayos Gamma sobre las Caléndulas, Las Troyanas, Los Zorros, Tres mujeres altas, Yo madre, yo Hija, y Buenas noches mamá.
En 1993, de la mano del productor Morris Gilbert aceptó participar en una divertidísima comedia al lado de su amiga Marga López. La obra se convertiría en uno de los éxitos taquilleros más sonados de su carrera: Adorables enemigas, con la que hizo más de 800 representaciones.
Con más de 70 años de carrera artística, donde asegura no retirarse de este medio que le a dado tantos triunfos.
Sus éxitos en la televisión se cuentan también por docenas. En ese medio, su más reciente trabajo fue Amor sin maquillaje.
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